Vamos hablar de:
Al elegir un destino en el cual disfrutar de la nieve, te damos estas simples razones para esquiar en Canadá, más específicamente en Whistler, el resort más visitado del país. ¿Nos acompañas?
Evidentemente hay resorts para practicar este deporte en todas partes del mundo, pero elegimos las montañas de Blackcomb y Whistler en Canadá porque es un destino accesible y el más visitado en este país más al norte del continente americano.
El área acoge tres glaciares, más de ocho mil hectáreas de pistas de esquí, cubiertas de nieve y más de 200 caminos para hacer hiking o caminatas. Además, representa el balance perfecto entre hacer ejercicio y premiarte con un grasoso poutine (platillo típico del país) y chocolate caliente al final de la jornada.
La temporada de esquí en Whistler comienza aproximadamente a mediados de noviembre y puede alargarse hasta mayo. Es decir, dura todo el invierno y un período de la primavera.
Es importante que programes bien tu visita porque la estación se puede llenar mucho en la segunda semana de febrero (por la reading week, un descanso obligatorio en las escuelas canadienses) y en la semana de Spring Break. Si vas a ir en estas fechas, planea el viaje con anticipación para que tengas todas las reservaciones garantizadas.
La estación de esquí de Whistler se encuentra a 130 km al norte de Vancouver. Así que la manera más práctica de llegar es volando directo al aeropuerto de Vancouver, y de ahí tomar camino a Whistler.
Te recomendamos rentar un auto en el aeropuerto y disfrutar los paisajes de la carretera (el trayecto es de aproximadamente dos horas). Pero también puedes llegar a Whistler en autobús o en avión. En la página Rome2Rio puedes encontrar todas las maneras de transporte para llegar a este destino.
Si vas sólo o con un grupo pequeño de personas, tal vez te convenga quedarte en un hotel cerca al resort o en un Airbnb.
Ahora, si son muchos dentro de tu grupo, definitivamente les conviene más buscar alguna cabaña en los alrededores a través de AirBnb o Booking.com ya que de esta manera estarán más cómodos. Sin duda una de las mejores partes de un viaje así es la convivencia post-esquí, en la que todos comparten sus aventuras alrededor de la fogata.
Por su lejanía a la ciudad hay pocas opciones de hostales en Whistler, pero están muy bien rankeados en Hostelworld.
Tip viajero: busca uno que tenga jacuzzi. Tus piernas adoloridas después de una larga jornada de acción te lo agradecerán. 😉
En cuanto al equipo (esquís, botas, bastones, o snowboard) —en caso de que no tengas los tuyos propios—, todos los resorts del mundo y algunos hoteles tienen una estación para rentarlos a tu medida.
Te recomendamos hacer la renta de equipo vía internet desde antes para que ese día puedas llegar sólo a recogerlo y no pierdas más tiempo (www.whistlerblackcomb.com).
Si no tienes ropa adecuada para esquiar puedes ir a una thrift shop coordinada por la Whistler Community Services Society donde encontrarás ropa de segunda mano en la que puedes obtener un atuendo completo por menos de 50 dólares. ¡Una ganga! Muy buena opción para quien no quiera gastar en ello.
Es buena idea comprar los pases de los lifts desde antes de viajar, para que llegando puedas recoger tus tarjetas y dirigirte de inmediato a la montaña. Estos pases son los que te permiten acceso a las montañas.
En el resort hay poca señal así que intenta establecer un punto de reunión con tu grupo y un plan de acción. Es probable que algunos estén en un nivel más o menos avanzado, así que no es necesario que todos sigan el mismo camino.
Whistler tiene numerosos puntos de descanso tanto arriba como abajo de la montaña, como el restaurante Rendezvous, donde puedes darte un break, rehidratarte y recobrar energías con una buena hamburguesa.
Tip: Si en algún momento te sientes cansado o tomas el camino equivocado a una pista que crees demasiado difícil, no te arriesgues. Hay patrullas en distintos puntos de la montaña que te podrán ayudar a bajar en moto. Lleva contigo un silbato en todo momento para utilizarlo en caso de emergencia, o simplemente, para solicitar ayuda.
Sin duda el pueblo de Whistler es una atracción en sí misma. Es como salido de un cuento de hadas. En invierno, cuando está cubierto de nieve, se asimila a un lugar de fantasía.
En el centro encontrarás restaurantes, bares y tiendas por donde pasear y despejarse de la actividad física. Un lugar ideal para relajarse con la familia y amigos.
Para comer, te recomendamos los siguientes restaurantes:
Si lo que buscas es una estación de esquí con una excelente relación calidad precio, esquiar en Whistler es tu mejor opción. No importa si es la primera vez que practicas este deporte o si ya lo has practicado muchas veces, las diversas pistas que hay en el resort serán perfectas para ti.
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